jueves, 29 de mayo de 2008

Prehistoria publicitaria

Cuenta la LEYENDA que...

Desde un papiro egipcio que hace miles de años anunciaba la pérdida de un esclavo en Tebas, hasta el aparador romano, rústicamente enclavado en piedras, donde se colocaban los objetos que había que venderse, constituyen el mas remoto precedente del concepto moderno de escaparate, pasando por la extensa gama de rótulos y muestras que, ya en tiempo de Pericles se realizaban en Atenas a base de cartón piedra y pintura roja sobre las paredes, la Publicidad se manifiesta de manera más o menos acusada con el laconismo y sobriedad del mundo antiguo, que frecuentemente se limitaba a dar el nombre del vendedor o mercader y el de la mercancía o producto que aquel ponía a la venta.

La fecha exacta en que se le haya ocurrido por primera vez al hombre utilizar la publicidad escrita se desconoce. En el Museo Británico existe un trozo de papiro, sobre el cual un egipcio escribió hace miles de años un anuncio solicitando le fuera devuelto un esclavo fugitivo.

En Babilonia, los vendedores pregonaban sus productos a viva voz, eran pregoneros y heraldos a sueldo, que por las calles y plazas recomendaban adquirir calzados u otros productos.

En la Antigua Roma, bajo los pórticos del Argiletus, la calle de los libreros, se colocaban carteles que recomendaban libros. Eran escritos en papiros, pergaminos, planchas de cera o anuncios grafiados en papel.

Se usaban tableros anunciadores para designar tiendas y almacenes de varios tipos y clases. Las viñaterías se reconocían por el símbolo de la vid, de donde viene el famoso y dudoso: " el buen vino no necesita vid".

De todas formas la publicidad más común en las antiguas civilizaciones hebrea, griega y romana fue la publicidad, o más bien dicho gritada. Era una verdadera institución. Pregoneros públicos hacían sus transacciones, proclamando nuevos artículos de venta, igual que las noticias de sucesos corrientes.

Existía una costumbre romana de pulir y blanquear un sitio de sus paredes en donde grababan o escribían anuncios. También se utilizaban tablillas hechas de terracota para los avisos, los ejecutaban escultores con leyendas y figuras en relieve. Estos se colocaban en las paredes o suspendidos de los frontis de los edificios.

Existía toda una simbología de anuncios y carteles escritos para los concursos gladiatorios, exhibiciones atléticas, sitios para rentar, artículos perdidos y hallados, y los méritos de algún candidato a un puesto público.

En Pompeya, se encontraron algunos anuncios o letreros que son notablemente parecidos a las columnas de anuncios clasificados de los diarios modernos. Con temas como los festejos deportivos y los espectáculos teatrales, pero también algunos distintos, que traducidos del latín original, decían lo siguiente:

“Se renta. A partir del primer día de Julio próximo. Tiendas con flores encima, bellas habitaciones superiores y una casa en Manzana de Arius Pollio, propiedad de Gnaeus Marius.”

“Hagan edil a Publius Furius, se lo pido, es un buen hombre.”

“De esta tienda ha desaparecido una cacerola de cobre. Cualquiera que la regrese recibirá 65 sextercios. Si se entrega al ladrón recibirá una recompensa adicional.”


Los característicos rótulos y pregoneros que anunciaban junto a los productos, y que gritaban también una especie de jingles para la venta de esclavos, animales y las tradicionales luchas, persistieron durante largo tiempo.

Con la decadencia de la civilización romana la publicidad sufrió un colapso y no se volvió a saber mucho de ello sino hasta el Oscurantismo (400–1.400), cuando la lectura y la escritura eran privilegio de unos pocos.

Pero la publicidad ya se había convertido en algo tan esencial que se continúo de viva voz.

Hasta los siglos XIII y XIV no existieron otros medios que los pregoneros de sus propios productos quienes, además, ponían toscos cartelones. Posteriormente, los pegaron a las paredes de la ciudad y así poco a poco la publicidad verbal fue sustituida o paralela a las pinturas murales.

Los pregoneros públicos, equipados, ahora, con cuernos o campanas para llamar la atención constituían una considerable fuerza publicitaria en Inglaterra, Francia y otras naciones europeas. En algunos lugares estaban muy bien organizados. Pregonaban varios artículos y productos de los mercaderes, objetos perdidos y hallados, incluyendo, como complemento, en sus vociferaciones algunas proclamas de los gobernantes, y en cierta forma, las noticias corrientes.

Hasta mediados del siglo XV, la publicidad se siguió haciendo por medio de la voz humana o por tableros y carteles hechos a mano.

Posteriormente, en la Edad Media, eran característicos los "pase a comprar", mediante rimas cómicas y juegos de palabras. Un conocido refrán medieval era: "el buen paño en el arca se vende".

A lo largo de la Edad Media, cuando se inicia el esplendor de los gremios, se generaliza el uso de muestras en la puerta de los negocios de los distintos artesanos. Estas muestras aludían de manera realista y explícita al oficio o actividad de aquel, y así, por ejemplo, el zapatero ponía en su puerta una gran bota.

Al interior de la tiendas, el mostrador asume un carácter similar al aparador romano y se construye una forma de vitrina que permite disponer en ella diversos artículos para que antes que el cliente quiera solicitarlos, se le muestren con todo su poder de atracción.

Durante la Antigüedad y la Edad Media los rótulos se extendieron a Inglaterra, Estados Unidos, Grecia, Asia, etc. empleando símbolos gráficos muy simples.


























En otros post continuaré contando la Historia de la Publicidad.

Gráfica publicitaria




Publicidad audiovisual



El enano maldito

Una viñeta humorística muy conocida en los años setenta fue el "Enano Maldito", que se publicaba en el diario "Puro Chile" y que a través del humor opinaba sobre la realidad nacional. El personaje fue tomado de un delicuente a quién apodaban así.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Sonando en el viento...

Algo para ESCUCHAR

Una canción sobre Angelmó

A mediados de los años 70 el Departamento de Cine y Televisión de la Universidad Técnica del Estado realizó un film documental sobre Angelmó, en Puerto Montt. La banda musical fue compuesta por Jaime Atria Jr. y fue cantada por Osvaldo Díaz con el acompañamiento del grupo instrumental clásico Barroco Andino.



Morir un poco

El film chileno “Morir un poco”, del director Alvaro Covacevich, fue estrenado el 14 de Marzo de 1967 y lo vieron cerca de 200.000 espectadores, en los 9 meses que estuvo en cartelera. La cinta con un estilo documental y sin actores profesionales fue un acontecimiento en la época.

Las copias de la película se perdieron después del golpe militar ocurrido en Chile el 11 de Septiembre de 1973. Después de buscar durante más de 30 años, el director encontró una copia en Alemania que el mismo había donado cuando estrenó en el Festival de Leipzig.

La música del film fue creada por el mismo director e interpretada por Nano Vicencio, músico chileno, y su conjunto, fue editado bajo etiqueta RCA Victor, en un disco single de vinilo, del que se vendieron 65.000 copias. Le invito a escucharlo.


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Elvis Presley y unos discos de la época




A mediados de la década de los 50 Elvis Presley and The Jordanaires grababan sus primeros discos de vinilo. En Chile fueron editados por la RCA Victor. Esos discos originales son lo que están en las fotos. Una joya para los coleccionistas.

Son un Extended Play que incluye Hotel Nostálgico, Yo fui el único, Olvidé olvidar y Tren de misterio. También unos singles que traen las canciones: Dímelo, Como un niño, Un montón de amor, Mi deseo se hizo realidad, etc.

Algo para escuchar con el sonido original de cuando se grabó. Que lo disfruten los fanáticos.


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Y un jingle ¿lo recuerda?...


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(Si a veces no puede escuchar las grabaciones es problema de www.castpost.com. Mis disculpas)

martes, 27 de mayo de 2008

“El Pingüino” y el comic chileno


En 1956 aparece en Chile la revista "El Pingüino", considerada como la más destacada entre las revistas de este período ya que trabajaban en ella los mejores dibujantes y periodistas de espectáculos. Esta revista fue considerada “para adultos” por las “audaces” imágenes de mujeres semidesnudas que traía en sus páginas. Mezclaba humor gráfico, las fotografías ya mencionadas, noticias y comentarios del espectáculo.

Pero esta revista es sólo una parte de la historia del comic chileno.

La primera historieta fue "Federico Von Pilsener" y su perro, de "Lustig, que apareció en 1906 en la revista Zig-Zag. Otras revistas destacadas de la época serían "El Peneca" (dirigida por sacerdotes hasta 1920), "El Pibe" y "Don Fausto".

En 1931 se crea la revista de sátira política "Topaze", dirigida por "Coke", donde colaboran, entre otros, Lugoze y Pepo.

En 1949, en la revista "Okey", se publica “Condorito”, personaje creado por el dibujante Pepo. En 1955 se convirtió en revista propia llegando a ser el personaje más importante de Chile por su humor sano.

En 1947, Percy crea la tira cómica "Pepe Antártico" y en 1954, Guido Vallejos lanza la revista "Barrabases", historietas con las aventuras de un equipo de fútbol.

Y en 1956 es cuando aparece "El Pingüino". En 1968 se crea "La Chiva", revista de un novedoso humor político y social de características muy irónicas y surrealistas. Allí nace también el personaje "Artemio". Por esos años también se comienzan a destacar los personajes "Mampato y Ogú", de Themo Lobos.

En 1969 se comienzan a publicar revistas de historietas chilenas: "El siniestro Dr. Mortis", "Far West", "El Jinete Fantasma", "Jungla" y "El Intocable". Y en 1988, surgen revistas como "Trauko", "Acido", "Matucana" y "Bandido", dirigidas al público adulto e influenciadas por el cómic europeo.

Es parte de la “historia de la historieta” en Chile.

Carrera de Publicidad en la UTE


Casa Central Universidad Técnica del Estado (actual Usach)

En el año 1944 se comienza a dictar en Chile la carrera "Publicidad y Ventas" en el Instituto Pedagógico Técnico, hoy Universidad de Santiago.

Años mas tarde se llamó "Publicidad, Dibujo y Audiovisual". duraba 4 años y se debía realizar una memoria y práctica profesional para titularse. Paralelamente y, de manera opcional, se podía seguir la carrera de Pedagogía en Publicidad y sacar dos títulos: Publicista y Profesor de Publicidad. Nuestra generación ingresó el año 1969.

En clases, en 1970





En la foto:
Leo Mendoza, María Alicia González, Alex Goya, Juan Luis Fuentes, Ian Welden y Esteban Pérez. Abajo: Jaime Ponce de León y Jorge Soissa.



Entre las cátedras que estudiábamos estaban: Publicidad, Psicología General, Sociología, Filosofía, Caligrafía, Comercio y Mercados, Periodismo, Psicología publicitaria, Dibujo Publicitario, Radio, Cine y Televisión, Taller Publicitario, Audiovisual, Carteles, Evolución de la Técnica, Relaciones Públicas, Orientación Profesional, Didáctica de la especialidad, Rotulación, Sicología Educacional, Sociología Educacional, etc.

En ese tiempo HABIA QUE SABER porque no existía la tecnología de hoy que permite que la profesión sea más fácil. Recordemos que la televisión llevaba pocos años y era en blanco y negro, las radios FM casi no existían, para gráfica y efectos especiales no había computación, con suerte teníamos cassettes, los estudios de grabación eran con cintas de reel, si había que hacer audiovisuales la única opción era el cine…en blanco y negro...ni pensar en cine color, las fotos eran generalmente en blanco y negro y había que mandar a revelar y esperar varios días, ni siquiera la fotomecánica estaba muy desarrollada.

Había que tener mucha creatividad, ingenio y conocimiento para hacer los trabajos.

Avisos antiguos






lunes, 26 de mayo de 2008

Bananino

Un curioso disco de promoción publicitaria

En el año 1967 se lanzó al mercado chileno un nuevo helado con sabor a plátano llamado Bananino, de la compañía Savory. Para lograr una mayor recordación se creó una canción cuyo nombre era “Dame un bananino”, teniendo como estrategia que el tema fuera tocado en las radios y también se vendiera en los negocios de discos. Su autor fue el destacado músico Hugo Beiza e interpretado por el conocido grupo musical de la época “Los Beat 4”. El disco, 45 Extended Play de acetato, incluía además las canciones Al fin el sábado llegó, Para un verano y A todos. Su carátula tenía un diseño muy sicodélico.

Aquí están la carátula mencionada y el sonido original del disco para volver a recordar esa época de “modernas estrategias publicitarias”.









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Cronología de la Publicidad Chilena




















Los orígenes se remontan a los comienzos de la ciudad cuando los pregoneros deambulaban por las calles comunicando las noticias. Otra manifestación temprana se encuentra en lo rótulos, letreros y afiches en los puntos de venta, realizados por eximios artistas.

1811
Se produce el primer vuelco en la publicidad con la aparición de la imprenta y el nacimiento de la prensa un año más tarde. La trajo Mateo Arnovel de Estados Unidos.

1812
Desde los primeros números el periódico “La Aurora de Chile” (fundado el 12 de Febrero) se abrió a la incipiente publicidad. El primer aviso comercial se publica el 7 de Mayo. Enrique Ross, ingeniero radicado en Baltimore (USA) ofrece maquinaria de mina y sus propios servicios profesionales en Chile.

En sus inicios los avisos estaban estructurados sólo a base de textos, utilizándose diversas tipografías en un mismo aviso y el tono del mensaje era muy familiar y personalizado. Posteriormente aparecen los primeros dibujos.

1813
El 17 de Abril aparece el periódico “Monitor Araucano”.

1898
Se edita “La Publicidad”, publicación realizada por la empresa General de Avisos, que tiene un tiraje de 4.000 ejemplares, para ser distribuidos en forma gratuita en teatros, hoteles, restaurant, etc. Las editoriales de su editor Saúl de Polignac aún hoy día podrían ser motivo de discusión.

1900
La publicidad es muy cándida o abiertamente agresiva en sus mensajes. La ética, sin duda, no era el fuerte de la publicidad. Las pociones mágicas para solucionar todo tipo de males estaban a la orden del día. Las rimas, los testimoniales, los “antes y después” eran recursos muy utilizados. Veamos un ejemplo:

“¿Le pica? Trátese con el maravilloso remedio del doctor Eduardo Franca. Lugalina es cura eficaz de picazones, eczemas, heridas, sabañones, sarna, tiña, sudor de pies y de los sobacos...”

También la publicidad era competitiva. Juan Yacuzzi ofrecía por $ 100 el más maravilloso servicio fúnebre. En la misma página, la competencia, un ex-socio del primero, ofrece el mismo servicio a sólo $ 99.

1906
Se funda la primera empresa dedicada ala creación de avisos: “La Sudamérica, compañía de Publicaciones y Avisos Comerciales”. Publican anuncios en diarios y revistas, ponían ”letreros luminosos”, letreros en los postes, avisos económicos, tienen servicio de mensajeros, reparto de circulares y partes de matrimonio.

El té Ratampuro, en competencia con el Santa Filomena y el té Demonio, sabían desplegar su actividad publicitaria, usando métodos que hoy causarían hilaridad. Letreros pintados en muros de calles y paseos hechos por pintores de brocha gorda que poseían todo el carácter criollo en su forma y colorido. Es el medio más usual para imponer sus marcas al público.

1908
En los diarios, los comerciantes insertan párrafos en las columnas dedicadas a la vida social:

“La tienda X hace saber a los interesados que ha recibido por vapor una partida de paño de Lyon de excelente calidad y a precios nunca vistos.”

Estos avisos eran gratuitos.

Los anuncios de remates fueron los primeros que usaron viñetas y dibujos llamativos; títulos resaltantes con tipografía más gruesa y de tamaño superior, con remarques alrededor de todo el texto.

En cambio, mucho más interesantes y de mayor jerarquía son los avisos en revistas, ya que al comercio les daba cierta preferencia. Así se puede ver en la revistas Zig Zag, desde su primer año de vida. Su tiraje es de 35.000 ejemplares.

Los avisos de aceite comestible “Escudo chileno”, “Aceite Bau” y de otros artículos como “Fonógrafos Pathé”, de los alimentos “Thisporine”, “Hiperbiotina”,“Malesci”, de la sastrería italiana de Salvador Falabella e infinidad de otros más, tienen ilustraciones, aunque no puede decirse de arte comercial, sino de ingenio agudizado de dibujantes de la época como Dupré, bastante cotizado para ilustrar anuncios y otros como Moustache, de imponderable genio satírico.

1910
Aparecen las primeras promociones con concursos: cupones de Té Demonio.

1917
Viña Concha y Toro sortea el primer automóvil cero kilómetro: un Peige de 6 cilindros y 9 caballos de fuerza, importado.

1920
Biographe Chili es el primer cliente que aprueba una campaña de incógnito.

La situación de desconocimiento acerca de la publicidad se mantuvo por muchos años, sin que nada rompiera su marco de rudimentaria ejecución, hasta que después de la Primera Guerra Mundial, empezaron a llegar al país revistas norteamericanas con su espléndido despliegue de publicidad a todo color.

En Chile, entre los productos y servicios de mayor inversión publicitaria se encuentran, además de los medicamentos, las grandes tiendas y productos relacionados con la cosmética y belleza. Por ejemplo: como la cintura debía ser delgada y los senos prominentes, los corsés y los famosos “Pilules Orientales” tenían gran aceptación ya que garantizaban senos desarrollados, reconstituidos, reforzados y fortificados.

A su vez, “Crema de Harem” prometía la desaparición total de las arrugas.
“Piloi” solucionaba el problema de la calvicie, mientras que “Carpiquina” prometía la muerte de la caspa.

1928
Carlos A. Bofill abre en Chile la primera oficina de publicidad organizada como tal, quién orientó, en sus comienzos, su pequeña empresa a la producción de calendarios y a la publicidad exterior. Esta agencia de servicios integrales realiza avisos rudimentarios y casi siempre vinculados a empresas navieras. Sin embargo, la falta de dibujantes comerciales se hace notar en las ilustraciones de los avisos y la mayoría de ellos tienen que plagiar los anuncios que aparecían en revistas y diarios extranjeros. Además, se carece de tipografías adecuadas y en especial de diagramación profesional.

1931
Aparece en escena otro pionero: Oscar Fonck, nacido en Alemania, quién hizo de Chile su segunda patria y que con escasos recursos, pero gran entusiasmo pasa del área de ventas de una industria porteña a la publicidad formal en Santiago, fundando “ Propaganda Fonck”.

1933
Desde Estados Unidos comienza a llegar la propaganda preparada por empresas norteamericanas de publicidad, haciendo un notable contraste con la poco artística que se preparaba en nuestro país.

1934
El periodista y director del diario El Mercurio de esa época, don Carlos Silva Vildósola, escribe el 11 de Enero de este año: “estamos apenas iniciando en Chile el arte de la propaganda o publicidad. Hasta ahora lo hemos hecho en forma primitiva, burda y apenas con uno que otro destello de inteligencia aplicado a esta condición indispensable de todo comercio o industria”.

Grandes avisadores son la Ford Motor Company, Gath y Chaves, la joyería Suiza y la Botica Francia.

1935
Arturo M. Edwards impresionado por el desarrollo de la publicidad en Argentina, funda una nueva empresa de publicidad que, con unos pocos esfuerzos contribuye a divulgar la conveniencia publicitaria entre los gerentes de industrias y comercios. Esta empresa preparó campañas muy interesantes, en que los dibujos, realizados por dibujantes argentinos, ya fogueados en el ramo, llamaban la atención por sus temas vendedores y que conseguían aumentar la demanda, por parte del público, de los productos anunciados.

Más tarde se fusiona con la agencia de Carlos A. Bofill formando la razón social “Bofill, Edwards y Cía.”. Con la incorporación de su socio se deriva a la actividad de agencia, propiamente tal.

1936
Pablo Petrowitsch establece otra empresa publicitaria, también asesorado por personal argentino, contratado especialmente en ese país, donde la publicidad dirigida era ya todo un éxito.

Felipe Díaz Ossa se incorpora a “Bofill, Edwards y Cía” convirtiéndose en un valioso elemento que aporta amplios conocimientos adquiridos en Estados Unidos, España y Argentina, impulsando en forma fehaciente la publicidad de nuestro país.

Se crea la agencia “Publicidad Lucho Arón”

1940
Se funda la agencia “Publicitas” convirtiéndose en una empresa muy importante para la época.

1944
Se comienza a enseñar Publicidad y Ventas en el Instituto Pedagógico Técnico, hoy Universidad de Santiago.

1945
Joaquín Hernández y Raúl Pappenheim fundan Publicidad Gibian y Propaganda Clarín, respectivamente.

Comienzan a llegar las agencias internacionales: J. Walter Thompson, Mc Cann Erickson y Grant Advertising.

Se funda Publicidad Lupercio Arancibia.

1947
Jacques Cori, otro de los pioneros, que aporta a la publicidad su inquieto e ingenioso espíritu de artista, se inicia en esta senda cuando uno de sus conocidos le insinúa la idea de utilizar sus artísticas fotografías para fines publicitarios, con lo que obtiene gran aceptación en la confección de calendarios y folletos. Funda la agencia “Magallanes-Cori” con Manuel Magallanes.

1949
Se crea la agencia “Storandt”, que marcó todo un estilo gráfico.

1950
El 24 de octubre, a las 19 horas, en las oficinas de Propaganda Clarín se realizó la primera sesión que dio vida a la Asociación Chilena de Agencias de Publicidad, ACHAP.

Surgen muchas agencias nacionales: Publicidad Cóndor, Imprecira, Andes, Souza, Fabres y de Heeckeren, Eastman, Publicidad Sur.

Se inicia el profesionalismo de la actividad publicitaria en Chile, ampliando sus funciones a todas las áreas de la comunicación y con una carrera universitaria dictándose en la Universidad Técnica del Estado.

1962
Llega la televisión blanco y negro a Chile con el Campeonato Mundial de Fútbol.

1967
Achap concretó un estudio de alcance de medios y organizó la Primera Convención Nacional de Publicidad, en conjunto con ARCHI, ANDA, ANP y Canales de Televisión.

1970
Se funda el Círculo de Publicistas de Chile que más tarde pasó a ser el Colegio de Publicistas.

Se crea el Registro Nacional de Profesionales Publicitarios, dotado de un estatuto legal.

Se produce un retroceso en la publicidad que pone en peligro la actividad.

1971
La inversión publicitaria se reduce en un gran porcentaje.

1974
La publicidad comienza a remontar afianzando el desarrollo técnico y profesional. La actividad renace y comienza a crecer.

1975
Las agencias ejercen presión a las empresas investigadoras de mercado para que desarrollen y pongan en práctica estudios relacionados con el comportamiento del público frente a los medios de comunicación.

1978
Se crea el Instituto Verificador de Circulación (IVC), cuya función era medir y certificar periódicamente la circulación neta pagada de diarios y revistas.

1979
Comienza el desarrollo de la publicidad. Es este período se da la llamada "revolución tecnológica de la publicidad".

Se hace público el Código de Ética Publicitaria con el tema de la autorregulación y del desarrollo profesional.

1981
Fue uno de los mejores años de la publicidad chilena.

1982-1983
El boom acaba y llega la recesión, bajando la inversión publicitaria.

Se realiza la "Exposición Chilena de Gráfica Publicitaria".

1984
Se detiene la caída de la publicidad, con un leve crecimiento.

1986
Se inicia un proceso de sostenida recuperación de la publicidad.

Desde esa época, hasta hoy, la publicidad ha avanzado a pasos agigantados, transformándose en una profesión estudiada en universidades e institutos, experimentando un gran desarrollo en conceptos, tecnología y sistemas de trabajo a través de las agencias locales y las empresas multinacionales.